Los días intermedios entre Rosh HaShaná (Año Nuevo judío) y Iom Kipur (Día del Perdón) son llamados Aseret Iemei Teshuvá, los 10 días de la Teshuvá.
¿Qué es la Teshuvá?
La Teshuvá es la posibilidad que tenemos de mejorar nuestro día a día. ¿Hace falta arrepentirse? ¿Hace falta hacer Teshuvá? No, hace falta hacer las cosas bien para que no haya necesidad de hacer Teshuvá ¿Qué puedo hacer para no tener que arrepentirme? Hacer las cosas bien, de la mejor manera posible. Y para mejorar… ¿Qué hago? Salir de la teoría y llevar nuestros sentimientos y deseos a la acción.
La tzedaká es la ayuda material-económica a quien lo necesita.
Discuten los sabios la cantidad que uno debe invertir en tzedaká…¿5%,10%,20%? ¿Del patrimonio?
¿Del sueldo? ¿De las ganancias?.
Finalmente, ¿invertir?
Sí, invertir, porque no perdemos el 10%, sino que ganamos el 90 %.
Una persona debe ocuparse activamente de ayudar a quienes necesiten esa ayuda. Se empieza siempre por la gente más cercana. Cercanía en la relación o cercanía en la ubicación. Y la regla fundamental de la Tzedaká es dar con un buen gesto, ya sea mucho o poco, el dinero que podamos entregar pero darlo con gusto, con un buen semblante.
Así y todo, surgen los siguientes interrogantes: ¿De dónde salen estas reglas? ¿Hay una sola forma de dar? Y si no tengo buen semblante o si la persona no me lo inspira, ¿no doy? ¿La única manera de dar dinero es con dinero?
Muchas de estas respuestas surgen de las leyes de Tzedaká (dentro del Mishné Torá), que nos van a enseñar que se ayuda económica a todas las personas necesitadas. Veamos los distintos niveles de ayudar económicamente a los que lo necesitan propuestos por Maimónides.
Leyes de la Tzedaká, Capítulo 10 (7-14) – Maimónides
Hay ocho niveles en la tzedaká, cada nivel supera al otro.
1) Nivel más alto: una persona que apoya a una persona que lo necesita, dándole un regalo o un préstamo, o asociándose con él, o encontrando trabajo para que su mano se fortalezca hasta que ya no tenga que pedir a otros [limosna]. Sobre esto dice Levítico 25:35: «…junto a ti, habrás de sostenerlo: fuere extranjero o residente, y que viva contigo.». Está implícito que debes apoyarlo antes de que se caiga y se vuelva necesitado. El ejemplo clásico es aquél que le da la caña y le enseña a pescar a la otra persona, de modo tal que ya pueda pescar su alimento autónomamente, y ya no necesite volver a pedir a los demás.
2) El que da tzedaká al que necesita sin saber a quién dio y sin que el receptor sepa el origen de la ayuda.
3) El que da tzedaká conoce al destinatario, pero éste no conoce a quien lo ayuda.
4) El que recibe tzedaká sabe quién lo ayudó, pero el donante no sabe a quién llega su ayuda
5) Dar al necesitado en su mano antes de que pida.
6) El que da después de que el necesitado le pide.
7) Dar menos de lo que es apropiado, pero con un semblante agradable (seber panim iafot).
8) Dar (alguna ayuda) pero con tristeza, de mala gana, como arrepintiéndose por haberle dado dinero a esa persona.
Guemilut Jasadim – Mejorar las cosas. Ayudar a las personas
La Guemilut Jasadim podemos traducirla como “acciones de bien”, acciones piadosas. Algunos ejemplos serían: ayudar a los necesitados con dinero (tzedaká), ayudar a que la gente encuentre pareja, visitar a los enfermos, ocuparse de dar sepultura a los fallecidos, consolar a los deudos, traer la paz entre las personas, entre las parejas, dar buenas noticias, ser amable con las personas, dar un buen consejo a un amigo, rezar por el prójimo, saludar adecuadamente a las personas, prestarle lo que necesita, y la lista sigue…
La guemilut jasadim se puede cumplir con dinero o con el cuerpo (con una acción no económica); entre personas vivas o, incluso, hacia una persona fallecida (como el caso del entierro)
La Torá comienza y termina con Guemilut Jasadim (Sotá 14a).
Dios viste a Adam y Javá, cumpliendo la mitzvá de “malbish arumim”, dar vestimenta a quien lo necesita. (Bereshit 3) Dios se ocupa del entierro de Moshé, cumpliendo la mitzvá de “Halvaiat HaMet”, ocuparse materialmente de dar sagrado descanso a los fallecidos. (Devarim 34)
Tikún Olam – “Mundo de la sensibilidad”
Hay tanto que falta y tanto por hacer. Tikún Olam, literalmente “la reparación del mundo” es un concepto antiguo, que ha pasado por diversos significados.
Hoy en día, lo entendemos como un llamado a la acción concreta, a involucrarnos en causas justas. Es un llamado a la sensibilidad y a la empatía con los demás.
Por eso, acciones que tienden a ayudar al prójimo, al medio ambiente, a un mundo más justo y dónde sea posible vivir una vida de respeto entre los seres humanos, todas ellas llevan por nombre o como destino-horizonte Tikún Olam.