Rab Shmuel Hain, “Rosh HaShaná: el Llamado del Shofar”
El shofar sirve como un llamado para despertarnos a arrepentirnos: «Despierten los dormidos de su sueño y levántense los adormilados. Analicen sus actos, arrepiéntanse, recuerden a su Creador». Psicológicamente, tal vez el obstáculo más difícil de superar cuando uno se embarca en el camino del crecimiento espiritual, es el propio pasado. Durante esta etapa inicial, nuestras mentes se ven inundadas por recuerdos de nuestros errores y de los pecados del pasado, lo que nos lleva a dudar de nuestra propia capacidad de cambio. Sólo dejando pasar por alto nuestras faltas y los pecados previos durante esta precaria etapa del proceso de arrepentimiento, podemos llegar a tener éxito y mejorar nuestros caminos.
Cuando cumplimos con el mandamiento del Shofar en Rosh HaShaná, señalando el comienzo del período de arrepentimiento, debemos estar emocionados por el prospecto de un nuevo año y no abrumados por nuestras transgresiones del pasado. Tal vez esto explica por qué la liturgia de Rosh HaShaná no cuenta con vidui, selijot, etc. El Majzor en Rosh HaShaná desalienta la confesión y la enumeración de pecados, así como el hecho de pedir perdón por esas transgresiones, porque eso sería frustrante en esta etapa crítica e inicial de la teshuvá. Quedarse en las transgresiones del pasado en el momento de inspiración para comenzar un nuevo camino puede ser desmoralizante.